Cómo pintar azulejos de cocina paso a paso
Seguramente te habrás quedado mirando, más de una vez, los azulejos de tu cocina, pensando qué hacer para darle una nueva vida sin tener que cambiar los muebles o sin entrar en reformas drásticas.
En Pinturas Juliá queremos darte una solución alternativa: pintar los azulejos de la cocina y hacerlo paso a paso. No es una empresa difícil, pero tienes que saber algunas cosas antes de ponerte manos a la obra: qué tipo de pintura utilizar, qué materiales necesitas, qué tratamiento hay de dar a los azulejos antes de empezar…
Diferencias entre azulejos y baldosas
Puede parecer que es lo mismo, pero nada más lejos de la realidad. Antes de plantearnos un cambio de imagen para nuestra cocina debemos determinar que realmente, lo que tenemos en las paredes, son azulejos.
Básicamente se trata de baldosas cerámicas planas y poco espesas que se fabrican con arcillas, sílices, colorantes y fundentes, entre otras materias primas. El soporte suele ser de pasta roja o blanca.
Normalmente los azulejos se utilizan para revestir paredes interiores, y se diferencian de las baldosas en que son piezas cerámicas que tienen un recubrimiento vítreo que les da el brillo característico, y que se consigue con esmalte cerámico. Este material, además, hace que el resultado sea impermeable por la cara vista.
El reverso, sin embargo, es poroso, con lo que tiene una absorción de agua por encima del 10% para que el adhesivo penetre y se asiente bien por los poros. Aquí es donde está la principal diferencia respecto a las baldosas, que tienen una porosidad menor y que las hace más resistentes y adecuadas para fachadas exteriores, suelos o incluso, encimeras.
Elegir colores y diseño para pintar azulejos
Una vez determinado el material que se quiere pintar y confirmado que se trata de azulejos, tenemos que elegir los colores y establecer el diseño que queremos formar.
Normalmente se aconseja optar por colores suaves que den claridad a la cocina. Según explicamos en esta entrada los colores disponen de una psicología propia, que influye en el estado de ánimo, pero también en la forma de percibir el espacio.
Así, colores como el verde, los tonos violetas o el azul son considerados como colores fríos, y aportan calma y dan sensación de amplitud. En cocinas pequeñas sería muy interesante tener en cuenta estas tonalidades, pero también en baños, que suelen ser de menor tamaño que el resto de las estancias de la casa.
Los colores cálidos son el rojo, el amarillo o el naranja y son los que se utilizarían en una cocina de dimensiones estandarizadas o incluso más grande. Aportan calidez y alegría, son enérgicos, influyen en la creatividad y, además, estimulan los sentidos.
La suerte es que, como se suele decir, para gustos están los colores y hoy en día hay una paleta variadísima de pinturas para azulejos que llega a hacer difícil decidirse por una u otra. Hay tonos pastel, oscuros, neutros, vibrantes… Así que te aconsejamos que tengas en cuenta la decoración y los muebles para que el resultado sea, o bien armónico, o bien un elegante contraste.
Respecto al diseño, hay que tener una planificación previa. Dependiendo de la forma, el tamaño y la distribución de los muebles y de los electrodomésticos de la cocina, hay que pensar si es necesario pintar todas las paredes o alguna franja, como la que queda tras el horno, no hace falta.
También entra en juego el efecto que se pretende conseguir, ya que las combinaciones son infinitas. Se pueden contraponer zonas de un color y zonas de otro, dejar una cenefa en la parte superior o a media altura, pintar todas las paredes salvo una… El resultado dependerá de la creatividad y el acierto a la hora de combinar los colores.
Pasos para pintar los azulejos de tu cocina
Si ya tenemos claros los colores y el diseño que queremos aplicar, es el momento de empezar a pintar, pero -si seguís este blog, ya lo debéis saber- antes hay que preparar la superficie.
- En primer lugar, hay que limpiar bien los azulejos. La cocina es un espacio en el que es fácil que la grasa se acumule, pero si la superficie está sucia, la pintura no se fijará bien y quedarán marcas. Lo mejor es hacer una limpieza en profundidad de toda la superficie alicatada con productos adecuados que garanticen un buen resultado.
- El segundo paso es muy obvio, pero aún así nos detendremos un momento en él. Antes de pintar hay que liberar las paredes de cualquier elemento que nos pueda molestar en plena tarea. Nos referimos a relojes, colgadores, estanterías con libros o utensilios… Y, cuando sea posible, retirar los muebles y los electrodomésticos. Lo que se quede pegado a la pared se tiene que proteger con cinta de pintor, papel o plástico.
- Si hubiera alguna grieta o desconchón, aplica masilla universal con la ayuda de una espátula. El resultado, después de pintar, será mucho más uniforme y se disimularán los desperfectos.
- Llegados al punto cuarto, es el momento de hablar de la imprimación. Algunas pinturas para azulejos necesitan este elemento para que la pintura se adhiera mejor. Para ello hay que tener especial cuidado de imprimar bien las juntas y los ángulos y repetir la operación si se considera necesario.
Si los azulejos fueran muy oscuros y tu intención es pintarlos con colores más claros, deberás aplicar una imprimación blanca que luego te ahorrará capas de pintura. Este truco también es muy útil en caso de los esmaltes.
- Un detalle para tener en cuenta sea cual sea la pintura elegida, es hacer una pequeña prueba y comprobar que cubre bien las juntas. Si los azulejos tienen relieve, por ejemplo, es posible que el rodillo no sirva para cubrirlos bien de pintura y habrá que pasar a una brocha o un pincel más fino.
- Y antes de que se seque la pintura que ya se ha aplicado, pasa el rodillo con esmalte por toda la pared, tratando de hacer pasadas verticales y sin cruzar el rodillo. La segunda mano de pintura se tiene que aplicar cuando la primera se haya secado por completo -el tiempo estimado está en el envase bien especificado- ya que hay casos en los que puede necesitar hasta 24 horas.
- Si quieres marcar las juntas entre los azulejos de otro color, o simplemente de color blanco, puedes utilizar un marcador de juntas, que se vende en formato rotulador y que es muy fácil de aplicar. El contraste queda muy bonito y, si se ensuciara con el tiempo, sólo hay que volver a repasarlo.
¿Sabes cómo calcular la pintura que necesitas?
El proceso para calcular la pintura que necesitas para tu cocina es muy sencillo. Sólo tienes que medir las paredes que quieres pintar, tanto el ancho como el alto, y multiplicar para saber los metros cuadrados de superficie que tienes que cubrir.
En el envase de pintura siempre aparece especificada la cantidad que hay y el rendimiento que tiene, es decir, cuántos metros cuadrados se pueden pintar. Normalmente se calculan entre 8 y 13 metros cuadrados por litro.
¿Cuándo se puede volver a cocinar tras pintar los azulejos?
Normalmente hay que dejar pasar entre cinco y seis días antes de usar de nuevo la cocina, aunque al tacto parezca que la pintura se ha secado. Lo más seguro es que la parte interior aún esté húmeda, con lo que no es adecuado que se moje durante este tiempo.
Además, habrá que tener cuidado unos días y procurar que los azulejos no sufran golpes, no se rayen y no se froten por cualquier motivo.
Por todo lo demás, no se requerirá de un mantenimiento especial, simplemente la limpieza que le corresponda con los productos más adecuados para no dañar la pintura. Y cuando haya pasado el tiempo y te hayas cansado de nuevo de la decoración… no habrá problema. O se cambian los muebles, o se opta por una reforma, o se vuelve a pintar. Así de fácil.
En Pinturas Juliá sabemos que hacer las cosas por uno mismo es maravilloso y muy enriquecedor, por eso nos ponemos a tu disposición para asesorarte y ayudarte en todo lo que sea necesario.
Además, disponemos de una amplia red de colaboradores para darte las soluciones más profesionales a esos problemas que pueden ir surgiendo cuando inicias un proyecto. Para que no tengas que preocuparte de nada, únicamente de imaginar y crear lo que necesitas para tu hogar.
