¿Cómo pintar dos paredes de distinto color?

pintar paredes de dos colores diferentes

El arte de decorar una habitación requiere el conocer sobre las técnicas para lograrlo. En el caso de pintar paredes, no basta con solo elegir tu color favorito y una brocha para pared. La decoración de interiores se basa en diferentes elementos que contribuyen al diseño de la habitación, pero uno de los más importantes es la pintura de las paredes.

El estilo total de una habitación puede ser determinado por los colores que se encuentran en las paredes del lugar. Debido a eso, es necesario conocer cómo se pueden pintar dos paredes de distinto color para lograr un diseño único y lleno de mucha vida. La mejor manera de lograrlo es gracias a la combinación de colores diferentes pero que se complementen el uno al otro.

Y, por supuesto, que el color de una pared no se pase para la otra ¿Recuerdas lo que nos repetían en el colegio? Hay que pintar dentro de las líneas y eso es precisamente lo que te enseñaremos hoy.

Fase de Preparación para Pintar las Paredes

  1. Seguridad Personal

Antes de comenzar a pintar debes colocarte ropa que puedas manchar, alguna mascarilla (si eres alérgico al olor de la pintura) y recoger tu cabello en caso de que algún mechón pueda interferir en tu vista. Algo bastante importante es que es también hay que proteger el espacio donde se va a trabajar.

  1. Despejar el área donde se va a pintar

Una vez ya tengas a la mano tu ropa de trabajo e instrumentos de protección, entonces empieza a despejar el espacio donde estén las paredes que vas a limpiar. Retira los estantes, sofás y mesas que se puedan sacar o, en su defecto, cúbrelos con una tela para protegerlos de las manchas. En cuanto a los interruptores, marcos de ventanas y puertas, es recomendable que los cubras con cinta de carrocero para evitar que se manchen con el color de la pintura.

En cuanto al suelo, debes cubrirlo con papel periódico o algún material protector para que no se mancha con las gotas de pintura que caigan durante la jornada.

  1. Limpia las Paredes

Las dos paredes que se van a pintar deben ser limpiadas.  Obsérvalas y con un trapo con agua empieza a eliminar las manchas de suciedad que puedan existir. Utiliza un producto desengrasante si hay alguna marca de grasa en el lugar o incluso una espátula para retirar algunas cosas que estén pegadas sobre la pared.

Este paso debe cumplirse con mucha responsabilidad ya que es la única forma de que puedas pintar sobre una superficie limpia que te otorgue un buen acabado.

  1. Repara Imperfecciones

No todas las paredes son perfectas y hay ocasiones en las que hay algún desnivel en ellas, el cual debe ser reparado. Puedes reparar tanto agujeros como elevaciones de la superficie que existan en la pared. Para reparar los primeros, es recomendable que utilices masilla para rellenar y así se arreglará esa depresión en la pared. En cuanto a las elevaciones, utiliza una lija de alto calibre y pásala sobre el área hasta que se termine de nivelar con lo demás. En caso de no funcionar, puedes requerir a otro tipo de herramientas como lijas eléctricas o incluso un pequeño cincel para romper esa área y luego rellenarla con masilla.

Fase de Pintura

Ahora ha llegado el momento de aplicar la pintura. En esta ocasión, no solo estás aplicando un color sino dos que deben complementarse entre sí. El primer paso es elegir la pintura. Aquí juega mucho el tipo de estilo que deseas aplicar. Los colores que se aplican en una pared son un recurso muy conocido en la decoración, por eso no puedes elegir cualquiera que se te venga a la cabeza.

Los colores oscuros son buenos para dar un efecto de profundidad en una pared por lo que crea un efecto visual: Hace que el espacio se vea más amplio. Si lo combinas con un color claro, entonces estarás iluminando el espacio y sacándole provecho a toda el área. Por otra parte, los colores intensos otorgan dinamismo y energía positiva al combinarse con tonos neutros como blanco, gris o perla.

Al terminar de elegir los colores, entonces puedes proceder a pintar.

Herramientas Necesarias

Para pintar dos paredes de distintos colores vas a necesitar de una brocha pequeña, una mediana y un rodillo. Estos tres instrumentos son los que te ayudarán a crear un acabado excelente con los dos colores. También, necesitarás cinta de carrocero pero la de menor calibre. La medida puede variar dependiendo de la tienda donde la compres así que dependerá de tu localidad.

¡Manos a la Obra!

  1. Coloca cinta de carrocero en la división entre una pared y la otra. Coloca la cinta a lo largo de la esquina. Esto evitará que cuando estés pintando con un color, este se pase hacia la otra pared donde NO debe de estar. Es un buen truco cuando ya estás acercándote hacia la orilla y corres más riesgo de que se manche la otra pared.
  2. Aplica un primer color sobre su pared correspondiente con el rodillo y la técnica en “W”. Cuando termine de cubrir toda la pared, será momento de utilizar la brocha mediana.
  3. Retira la cinta de carrocero de la esquina y coloca una sobre la superficie de la pared que NO será pintada con ese color. Ahora, utilizando la brocha mediana, pinta con seguridad esa zona que ha quedado en blanco.
  4. Retira la cinta que colocaste previamente y con la brocha pequeña, o un pincel, delinea el borde de la pared de forma que todo quede más prolijo.
  5. Espera que se seque esta pared.
  6. Cuando ya la pintura esté bien secada, repite estos mismos pasos pero con la pared contraria.

Toques Finales

Cuando ya ambas paredes estén pintadas. Utiliza un pincel para retocar el borde. Incluso puedes guiarte utilizando una regla de plástico para que la línea que refuerces quede aún más perfecta. Y ahora… ¿Te gusta como ha quedado tu pared con dos colores distintos?

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