Una casa representa seguridad, confianza y comodidad. Tener tu propio espacio donde poder hacer tus cosas, compartir junto a tus seres queridos y sentirte protegido no tiene precio. Es por eso, que cuando tienes un lugar al que llamar “tuyo” quieres que esté lleno de mucha personalidad y que refleje quien realmente eres.
Pintar una casa es una tarea llena de diversión y mucha creatividad. Tienes su propia metodología para que puedas obtener el mejor de los resultados y no te enredes a mitad de jornada. Lo importante aquí es que debes hacer tu mejor intento al pintar la casa. Ya sea que desees renovar la casa porque quieres cambiar su estilo o es la primera vez que debes decorarla porque recién te mudarás a vivir ahí.
Hoy te daremos una serie de consejos que serán un guía al emprender este viaje llamado “Pintando una Casa como Todo un Profesional”.
1. Planifica cómo empezarás
Pintar una casa requiere de una organización previa que te permita poder moverte tranquilamente por cada una de las habitaciones. No sirve de nada que intentes pintar dos lugares a la vez ya que, como debes sacar todo el mobiliario del lugar para poder pintar, se acumularían los objetos obstaculizando tu movimiento.
Es una buena idea comenzar por la habitación más vacía de forma que en ese mismo lugar puedas ir colocando algunos objetos que vayas retirando de las otras habitaciones que vayas a pintar. Un buen orden sería: Habitaciones (Primero las vacías), estancias comunes menos utilizadas, luego aquellas más concurridas (Cocina, salón, terraza…) y por último irían los baños.
Recuerda que debes tener en cuenta el tiempo para pintar. Es recomendable iniciar temprano en la mañana para aprovecha las temperaturas de la tarde para que ayuden a que la pintura se seque más rápido. Además, en las estancias concurridas, mientras más rápido las desocupes, mejor.
2. Prueba Diferentes Paletas de Colores
Si estás renovando o decorando tu casa por primera vez, de seguro que algún resultado final te has imaginado. Debes trasladar tu imaginación hacia la realidad y puedes hacerlo probando diferentes paletas de colores y previendo como se verían en las diferentes habitaciones. Si la casa es pequeña, pintar con color pasteles es una buena idea para hacer que el lugar se vea más grande. El gris azulado es también una genial opción.
3. Prepara las Paredes y Repara Desperfectos
Observa detenidamente las paredes e identifica los lugares donde puedas limpiar el sucio, retirar el polvo o también reparar algunos agujeros. Las paredes, y también otros objetos de la casa que vayan a ser pintados, deben ser reparados para poder cambiar su color posteriormente. Hay diversos materiales que pueden ser utilizados para reparar las superficies.
Por ejemplo, con las paredes o mobiliario pequeño, puedes utilizar masilla para reparar y así cubrir algunos agujeros que sean muy evidentes. También, puedes utilizar una lija para eliminar las elevaciones de la pared y crear una superficie uniforme donde puedas pintar con mucha facilidad.
Recuerda reparar las marcas de humedad, grasa o cualquier otra sustancia que haya podido añadirse en las paredes.
4. Protege los muebles y objetos dentro de la casa
Dependiendo de la habitación en donde vayas a pintar, deberás proteger los objetos y los muebles que estén dentro. Primero, comienza pro sacar de la estancia aquellos que puedan moverse y los que no, entonces cúbrelos con una sábana o algún protector que pueda recibir las manchas de pintura si llegan a caer ahí.
Te recomendamos cubrir los interruptores, tomacorrientes y maros de puertas y ventanas con cinta de pintor para protegerlos de manchas indeseadas. El suelo, por su parte, debe ser cubierto con papel periódico o con algún plástico que evite que se adhieran las gotas de pintura que caigan cuando pintes.
5. Herramientas y Materiales que puedes Necesitar
Pintar una casa puede volverse una tarea fácil si tienes las herramientas adecuadas junto a ti. Algunas de las herramientas necesarias que se mencionaron anteriormente son la cinta de pintor, cubiertas de plástico y ahora vamos a decirte todas las demás.
Primero, debes adquirir una brocha mediana y una pequeña. Ambos tamaños son requeridos debido a que cada una tiene un propósito en específico. La mediana es para apoyar al rodillo y a pequeña es para delimitar zonas pequeñas que requieren más delicadeza y precisión (esquinas, marcos o detalles especiales). Luego, deberás adquirir un rodillo antigota y un extensor que te ayude a llevar el rodillo hasta lo más alto de la habitación que estés pintando.
¿En qué orden se pinta?
Esta pregunta es bastante interesante y va de la mano con la planificación previa que hiciste. Si ya decidiste que lugares de la casa vas a pintar primero, ahora debes saber por cuáles áreas vas a comenzar pintando. En el caos de las habitaciones debe pintar el techo. Aquí harás uso de una escalera y también del rodillo con el mango extensor.
Inicia con la brocha mediana o pequeña para delimitar las esquinas y así puedas definir bien el área del techo. Luego de que hayas hecho “el marco”, usa el rodillo para rellenar la superficie del medio y obtener uniformidad.
Después de pintar el techo, puedes pintar las paredes. Normalmente, en este paso, debes aplicar dos capas de pintura para que puedas obtener el tono de color que deseas. La primera capa con el rodillo puedes aplicarla con la técnica de “W” y la segunda también. Ambas capas deben secar bien antes de que puedas aplicar la otra o agregar el mobiliario que va dentro de la habitación.
Esta misma técnica puedes aplicarla en la fachada donde es sumamente importante que protejas los marcos de ventanas y puertas para evitar algún tipo de mancha con pintura.
Finalizando la Jornada
Cuando ya termines toda la jornada, detente un momento a observar si hace falta alguna capa de pintura o si ya puedes empezar a regresar el mobiliario hasta la habitación. Retira las cubiertas y plásticos y la cinta de pintor y ¡Listo! Ya habrás terminado de pinta tu casa como todo un profesional.